Ubicada en Toledo, esta vivienda unifamiliar dialoga con la topografía natural. La implantación de la edificación responde a un estudio detallado del terreno que ha permitido conservar la vegetación autóctona, especialmente las encinas, y definir un acceso existente.

La distribución espacial se organiza en función de la funcionalidad: los volúmenes se sitúan de manera que se optimice la conexión entre áreas privadas y comunes, garantizando una transición eficiente entre el interior y el exterior.

El patio ajardinado se plantea como elemento central, conectando el soportal, la cocina y el salón, lo que favorece la iluminación natural y la ventilación cruzada.

De nuevo, la eficiencia energética es un factor clave en el proyecto en este caso, destacan las protecciones solares integradas en la fachada, que regulan la entrada de luz y calor, junto a sistemas de aislamiento térmico y ventilación natural. Estas medidas optimizan el confort interior, reducen el consumo energético y minimizan la dependencia de sistemas mecánicos, en línea con los principios de la construcción sostenible.