Nuestra propuesta para el concurso de recuperación del edificio en el Callejón de San Pedro representa un equilibrio entre la conservación histórica y la habitabilidad moderna. Al presevar elementos arquitectónicos de alto valor como el sótano abovedado y la cúpula policromada del siglo XVI, el proyecto honra la identidad de Toledo.

Además, el enfoque en estrategias pasivas de sostenibilidad añade una capa de innovación: la ventilación cruzada a través del patio y la inclusión de vegetación y agua funcionan como reguladores térmicos naturales. Esto se refuerza con protecciones solares y el aprovechamiento del alijbe para la recolección del agua de lluvia, lo que no sólo conserva el edificoi, sino que también lo adapta a un uso residencial moderno, saludable y eficiente. En conjunto, se consigue un espacio que respeta su pasado mientras se adapta a las exigencias de un futuro más sostenible.

Realizado junto con Federico Dietl Sagüés.